martes, 28 de noviembre de 2017

(Mi familia recibió mails de 4 vecinas mías y por educación los leyó, pero les costó salud. Aquí esclarezco cómo proceder, incluso amorosamente ante un daño así, que por otro lado nadie está exento de sufrir.)

Carta a Selva (y 2 contactos en Facebook):
     Ante todo quiero que sepas que puedes hablar conmigo personalmente. Habrás visto que saludo y sonrío al verte. Si no puedes, sientes que no puedes; lo que sea, siempre puedes escribirme, pasarme notas debajo de mi puerta que leeré cuidadosamente con el respeto que se merece. Voy a Misa a diario y sé disculparme y enmendarme ante la menor duda de daño alguno.
     Si es tan grave como para hacerme una denuncia policial, también la aceptaré; todo menos molestar a mi familia. Quizás no debería decirte esto, pero están graves algunos miembros, especialmente desde el mail que les mandaron. Ellos por educación los leyeron... Después se descompensaron algunos.
     Siempre preferiré una denuncia policial, como yo mismo he hecho, donde en una mediación me pueda defender (y disculparme). Que hablar así por detrás, oscura y secretamente con gente mayor no puede encerrar nada bueno, querida.
     Sé que te molestan mis motos y asimismo el gato. Quiero recordarte que vos misma has tenido moto, no poco tiempo y no hace mucho tiempo tampoco. Realmente quise aclarar esto primero; sin ánimo de ofender. Dicho esto: me disculpo. Estoy por vender la scooter y créeme que hago todo lo posible por ello. Realmente es "propósito de enmienda" haberla bajado de $12.000 a $9000 hoy. Obviamente te dejo el link: http://bit.ly/2ndOLZPRecemos porque muy pronto se pueda vender; seguramente sí porque ya al precio que estaba tuvo vari@s "enamorad@s".
     Respecto del gato, ahí sí no me puedo disculpar. No es mío el gato. Darle alimento, lo confieso; sí lo hago pero asimismo no pocas vecinas más. 3°, 4°, 5° y 6° son los otros departamentos que también les dan comida, a ese y al otro gato que está siempre; esos departamentos como mínimo. Es otra quién lo operó ni bien apareció para que no tenga ningún hijito; mil disculpas pero no puedo disculparme por gatos ajenos. Viene a dormir uno, pero de no estar yo dormiría con alguien más. Realmente eso mismo ha pasado cuando he debido viajar.
     Aquí muy dedicadamente te escribí, a corazón abierto. Realmente puedes responderme por todo medio; yo te escucharé, y de inmediato tomaré medidas en muy justo agradecimiento. Hernán

Carta a Cecilia (y 2 contactos en Facebook):
     Ante todo quiero que sepas que puedes hablar conmigo personalmente. Habrás visto que saludo y sonrío al verte. Si no puedes, sientes que no puedes; lo que sea, siempre puedes escribirme, pasarme notas debajo de mi puerta que leeré cuidadosamente con el respeto que se merece. Voy a Misa a diario y sé disculparme y enmendarme ante la menor duda de daño alguno.
     Si es tan grave como para hacerme una denuncia policial, también la aceptaré; todo menos molestar a mi familia. Quizás no debería decirte esto, pero están graves algunos miembros, especialmente desde el mail que les mandaron. Ellos por educación los leyeron... Después se descompensaron algunos.
     Siempre preferiré una denuncia policial, como yo mismo he hecho, donde en una mediación me pueda defender (y disculparme). Que hablar así por detrás, oscura y secretamente con gente mayor no puede encerrar nada bueno, querida.
     Sé que te molestan los gatos; que les tienes fobia. Quiero recordarte que vos misma me has llamado, no pocas veces para que aparte a los gatos. Que yo salí sin vacilar y los aparté. Además que almorzamos juntos no pocas veces en mi casa. Que hace mucho que no visitas mi hogar. Sé que no vives más acá, pero cada tanto pasas. Realmente quisiera verte, sin cualquier demérito de malentendido ocurrido. Y obviamente pedirme nuevamente que "aparte gatos". ¡Todo bien!
     No es mío el gato. Darle alimento, lo confieso; sí lo hago pero asimismo no pocas vecinas más. 3°, 4°, 5° y 6° son los otros departamentos que también les dan comida, a ese y al otro gato que está siempre; esos departamentos como mínimo. Es otra quién lo operó ni bien apareció para que no tenga ningún hijito; mil disculpas pero no puedo disculparme por gatos ajenos. Viene a dormir uno, pero de no estar yo dormiría con alguien más. Realmente eso mismo ha pasado cuando he debido viajar.
     Aquí muy dedicadamente te escribí, a corazón abierto. Realmente puedes responderme por todo medio; yo te escucharé, y de inmediato tomaré medidas en muy justo agradecimiento. Hernán

Carta a Úrsula (y 2 contactos en Facebook):
     Ante todo quiero que sepa que puede hablar conmigo personalmente. Habrá visto que saludo y sonrío al verla. Si no puede, siente que no puede; lo que sea, siempre puede escribirme, pasarme notas debajo de mi puerta que leeré cuidadosamente con el respeto que se merece. Voy a Misa a diario y sé disculparme y enmendarme ante la menor duda de daño alguno.
     Si es tan grave como para hacerme una denuncia policial, también la aceptaré; todo menos molestar a mi familia. Quizás no debería decirle esto, pero están graves algunos miembros, especialmente desde el mail que les mandaron. Ellos por educación los leyeron... Después se descompensaron algunos.
     Siempre preferiré una denuncia policial, como yo mismo he hecho, donde en una mediación me pueda defender (y disculparme). Que hablar así por detrás, oscura y secretamente con gente mayor no puede encerrar nada bueno, señora.
     Sé que le molesta que le dijera lo del volumen. Quiero decirle que de veras vibraban las paredes. Recordarle asimismo la amabilidad con que se lo pedí. Y que le pedí si podía venir a ver cómo vibraban las paredes en mi casa. Todo bien; no quiso venir pero le juro que no mentí. Recuerde que tras ese pedido bajó el volumen inmediatamente. Igualmente quizás hubiera sido mejor que lo constate usted. Siento que todo esto es porque aún no me cree. Estando mis familiares en medio, quienes además me explicaron que "puede decírselo alguien más" quiero que sepa que nunca más se lo diré. Me pongo tapones ahora.
     Entiendo que también le molestó que haya mostrado los mensajes que me envió privadamente. De veras quisiera disculparme, pero lo que usted dijo/ escribió fue una agresión. Realmente usted pasó de no conocernos a agredirme, señora. Incluso acaba de denunciarme por "haberle filmado la cara". Realmente quería hablar con usted después de haberme agredido; perdone si quise filmar pero era un asunto delicado. Están aquí los videos: www.esconderlamano.blogspot.com, y discúlpeme pero yo siento que los hizo usted. De avanzar la denuncia, y vernos en una mediación le diré lo mismo. Que los videos los hizo usted, procediendo así. Sin dudas me disculparé si la audiencia determina otra cosa. Incluso borrándolos, pero hoy siento que los hizo usted.
     Aquí muy dedicadamente le escribí, a corazón abierto. Realmente puede responderme por todo medio; yo le escucharé, y de inmediato tomaré medidas en muy justo agradecimiento. Hernán

Carta a Silvia (y 2 contactos en Facebook):
     Ante todo quiero que sepa que puede hablar conmigo personalmente. Habrá visto que saludo y sonrío al verla. Si no puede, siente que no puede; lo que sea, siempre puede escribirme, pasarme notas debajo de mi puerta que leeré cuidadosamente con el respeto que se merece. Voy a Misa a diario y sé disculparme y enmendarme ante la menor duda de daño alguno.
     Si es tan grave como para hacerme una denuncia policial, también la aceptaré; todo menos molestar a mi familia. Quizás no debería decirle esto, pero están graves algunos miembros, especialmente desde el mail que les mandaron. Ellos por educación los leyeron... Después se descompensaron algunos.
     Siempre preferiré una denuncia policial, como yo mismo he hecho, donde en una mediación me pueda defender (y disculparme). Que hablar así por detrás, oscura y secretamente con gente mayor no puede encerrar nada bueno, señora.
     Sé que le molesta que le dijera lo del volumen. Quiero decirle que de veras vibraban las paredes. Recordarle asimismo la amabilidad con que se lo pedía. "Metéte en tu casa y cerrá la puerta" gritó ese 17 de Febrero desde allá arriba, y no volvió a hablarme más. La primera denuncia la hice recién cuando golpeó las paredes al ritmo. Obviamente: lamento las otras dos denuncias. Ni bajó el volumen, ni me volvió a saludar... no resolvieron nada las denuncias. Me disculpo, muy sinceramente. De haber sabido que no servían para nada, obviamente ni siquiera las hacía. No obstante de prosperar alguna, yo mismo diré que ya es tarde esa justicia. Realmente, si usted me dice cómo, hasta las retiro. Vuelvo a pedirle perdón. No volveré a denunciarla, señora.
     Entiendo que también le molestó que publicara cómo iban sucediendo las cosas entre nosotros. Más que cosas realmente, yo pensaba todo el tiempo que exponía la agresión. Imagínese sentirse agredido constantemente; yo decidí publicarlo, eso hice. Quizás está mal, pero menos que la agresión. Si quiere denunciarme por haber "mostrado" las cosas que sucedían, yo explicaré que era mi forma de digerir agresiones. Están todas reunidas acá: www.enemigoenelhogar.blogspot.com. De veras me disculparé si falté en algo a la verdad/ el proceder. Usted misma, privadamente aunque con respeto, puede convencerme de que actué mal: todos esos registros desaparecerán de inmediato, se lo prometo.
     Aquí muy dedicadamente le escribí, a corazón abierto. Realmente puede responderme por todo medio; yo le escucharé, y de inmediato tomaré medidas en muy justo agradecimiento. Hernán